______________________ NUEVE
I
Ósculo en lugar de beso…
Caricia en vez de abrazo…
Un átomo sentimiento cayó en mi centro nebulado.
Llegaste tú.
II
Temo tu venida cual fin del parnaso;
como temen, los vampiros, el alba;
temo que seas fuego
para mis papeles alas.
Has dejado una flor en mi campo abandonado.
Me llamas a ser madre,
embrión del miedo y del milagro.
(Yo no sé
si estoy segura de tenerte
entre mi asfalto)
III
Hoy mi alma y mi cuerpo prometen
quererte y adorarte, fruto mío...
¡Más allá de la muerte!
¡Más allá de la traición y el olvido!
Más allá del tiempo y la distancia,
más allá del amor por uno mismo.
IV
Ósculo y beso…
Caricia por abrazo…
Dos maneras distintas de expresar
el principio de un mismo desenlace…
¿Con qué derecho conviertes mis alas de gárgola
en alas variopintas de soñadora mariposa?
Eres minúsculo regalo de la vida
que cierra por siempre mi caja de Pandora.
V
Temor hallo en tu adivinanza,
cual lluvia interna insoslayable.
Me llamas a ser madre
curvando mi vientre con mudas palabras,
descuelgas los cuadros de incertidumbre
de mis paredes internas lúgubres
y me embarazas el corazón
de esperanza.
¿Qué magia del ocaso
llevas escondido en el ombligo?
Es invierno en mis costados
mas siegas jardines
en mis lotes baldíos…
Bien-
venido.
VI
Conviertes la razón
en corazón sin lado oscuro.
Desde ya renuncio a mis sueños
porque se cumplan los tuyos.
VII
Ósculo:
Amor multiplicado en besos…
Caricia:
Envés de abrazo…
¿Te mortifico al abrirte esta ventana?
¿Es un ventanal o es una reja?
No quiero ser la carcelera
de los sueños que proclamas.
Bien
y mal, te recibo…
Ven
sin pretensiones:
Ido.
VIII
Me llamas mamá
con una patada cual pellizco en mis entrañas,
tierna coz acuciosa por saber
qué es el libre albedrío
y la realidad.
¿Te me vas?
¿Te me duermes?
Soy tan sólo un puente
a tu despertar.
IX
Ósculo
y
caricia.
Nueve meses no han sido suficiente estratagema
para ser merecedora de tu alma…
¡Mi cuerpo no te pierde y ya te extraña!
Hoy la vida te me envuelve
cual estrella.
Sólo espero no me culpes
por introducirte al pandemonio
inundado de cielos y castigos.
Toma tu lugar en este manicomio
y si dudases de a dónde perteneces,
sin que deje de quererte,
me tendrás para guiarte
cual ángel caído.
B
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